No sé realmente, cuantas veces releo las cosas que he escrito.
Hoy lo he hecho de nuevo, releerme a mí misma.
Por alguna razón incoherente me relaja.
Me hace recordar que, sigo y seguiré viva todavía.
Que ya he llevado tantos coñazos, que dan igual los demás.
No me va a matar.
De algo tenía que servir escribir idioteces cada vez que tengo ganas.
De algo tenía que ayudar, el hecho de saber leer y escribir.
Por alguna razon coherente(o no) y desconocida, sigo viva.
Hay muchas cosas que me destruian y deje de hacerlas.
Hay muchas cosas que quería, y deje de quererlas.
Hay un monton de ideas en mi memoría, que he olvidado.
Se que habrán mil millones de segundos más, en los que
en la mayoría, me sienta igual de perdida de lo que me siento hoy.
Se que en algunos me sentiré alegre, pocos en realidad,
esos conforman una maldita pequeña minoría.
Se que debo dejar de maldecir tanto, y dejar de fumar, y alimentarme bien,
y todas esas cosas, que se que debo, pero me valen media mierda.
Porque cuando era "sana" si alguna vez lo fui, me sentia igual de pisoteada
que no siendolo.
Detesto que la gente se dedique a decirme que debo hacer.
Que debo dejar de fumar, e incluso que traten de averiguar porque fumo, o hago tal o cual cosa.
Me gustaría tanto, que me dejaran actuar sin más, que se hundieran en su propia vida
y que dejaran de intentar enterrar más la mía, que de por sí bastante en el fondo esta.
Que aunque yo se que en las mañanas me siento bien, y en las noches casi siempre se me olvida la alegria.
Que aunque creo que nunca seré capaz de demostrarle a nadie cuan hundida me siento.
Que a pesar de que puedo comerme al mundo de un mordisco,
que se que puedo hacer todo lo que quiero, cuando realmente me lo propongo.
O cuando siento odio, o rozan mi orgullo.
No se porque, el odio y la rabia, son un estimulo bastante eficiente para mi.
A veces prefiero odiar todo, porque así no me arrancan a tajos la piel.
Ni la tranquilidad que puedo tener.
Que mañana es otro día, y que mi vida casi siempre se siente vacía
y que si no fuese por la nicotina, el vacio sería más hondo aun.
Hoy puedo sonreír y reirme de todo, mañana probablemente tambien, pero
en las noches, esos momentos decaen, o cuando pruebo el alcohol.
Comprendo la ironia incoherente de toda esta realidad estupida.
viernes, 2 de septiembre de 2011
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