de hoy. de mi realidad.

a las 3 en punto habia decidido que iría.
Siempre había deseado caminar a cierta hora, con total soledad en la ciudad.
Con un silencio pertinente que limpia la mente.
A las 3 y una mitad me levante y me fuí.
Dio una vuelta a la esquina, llegando a la siguiente,
volvió al ver personas que podrían dañarla.
Se quedo en la esquina a terminar su cigarrillo.
se sento en medio de la acera, casi en frente de su casa.
Y miró luces, cielo y lamparas
que le hicieron sentirse plena, y viva.
Un Teniente le hacia señas desde la esquina de la plaza,
Las cuales ignoro totalmente, con los audifonos en sus oidos.
Pero para joderlo todo, pasaron dos polícias en un auto y se detuvieron.
Justo enfrente de ella, dijeron cosas que no llegue a escuchar, a causa de sus audifonos en mis oidos.
Se quitó uno y escucho palabras de odio:
- Estás en el negocio?
- No - Dijo ella con desprecio.
- Entonces que haces ahí sentada?
a lo que respondio:
- Nada, estar sentada.
Y se levanto con un ramo de odio y desprecio en sus venas.
Saco sus llaves y camino hacia casa, en frente.
Ellos no se movieron, la observaban, probablemente pensaban de forma asquerosa y voyerista.
Se paro en la puerta a ver si se iban, miró el celular,
introdujo la llave, y cerró la puerta silenciosamente, pero con odio.
Odio en su mirada.
Un odio que me hizo detestar esta ciudad, su gente, y este mundo por un instante.
Para luego subír a casa, paso a paso, rapida y con sigilia.
Sin dormír más que dos o quizás tres horas, soñando que se le indundaba la vida.
Sigue despierta aún, escribiendo y ahogandose en humo y música.